Comentarios
Eleison
Número
CDXLVI (446)
30
de enero de 2016
Por
Mons. Williamson
La música de Beethoven, en ráfaga por tres días,
debe conmocionar, consolar, iluminar y asombrar.
La música está gravemente malentendida y su poder seriamente
subestimado por los liberales. Son todavía suficientemente humanos como para
gozar de alguna u otra música, lógicamente algún tipo de basura – pero para ver
cuán mucho la música le importa a la gente, ¡simplemente traten de decirles que
la de ellos es basura! Pero, sea esto como sea, la ideología subjetivista de
los liberales según la cual el hombre es el dueño y señor de la realidad (hasta
e incluyendo a Dios Todopoderoso) les hace a ellos negar que haya alguna cosa
objetiva sobre la música. Entonces, para los liberales, no hay tal cosa como un
compositor usando ciertos medios para alcanzar ciertos fines, y no se puede
decir que una pieza o un tipo de música cualquiera es “mejor” que otra. La
música, dirán ellos, es puramente una cuestión del humor o gusto del oyente –
“La belleza está en los ojos de quien mira” y la música horriblemente
discordante es tan “buena” como la música más famosa del pasado.